sábado, 12 de marzo de 2011

Apocalipsisness

Caía la tranquila tarde en el almacén y el Toro rompió el cartón de cigarrillos Phillip Morris recién llegado y se dispuso a acomodarlo en el mostrador. La fresca entrando por la puerta y la sensación de bienestar le hizo darse cuenta de que el salvador había estado particularmente callado durante todo el día, revisando casi con movimientos espasmódicos cuanto diario le caía en las manos.
- Che, Jesú, estás bien gaucho?
Solo una mirada oblicua del santísimo bastó al kioskero para comprender que algo perturbaba el alma del mesías.
Un sacudón lo desestabilizó y casi lo hizo caer al suelo, luego otro y otro más. Temiendo un temblor el Toro corrió hacia afuera, pero para tan solo encontrar la forma física del terror y el miedo. El cartón de Phillip cayó al suelo y sobre sus gentiles pupilas se reflejó el destello amarillo y blanco de la escena incomprendida. Luego miró hacia el norte y allí se formaba otro de ellos, así de la misma manera en el oeste. Tres grandes hongos de polvo y vapor se formaban en los horizontes iluminando lo que quedaba de la tarde y abriendo las nubes a medida que llegaban a la estratosfera.
Jesús, ahora un poco más tranquilo salió del recinto, sosteniendo una cerveza.
- Te agarré una Brahma- sentenció- Ni que las vayas a vender ahora.
El deseo no encontró materialidad en el aire, en la garganta, como para emitir las palabras que quiso, el terror se adueño de todo su ser ante el espectáculo apocalíptico. miró en dirección al hongo más cercano, el del este, y comenzó a sentir el incremento en la brisa desde esa dirección. Prontamente los vientos se tornaron huracanados, acarreando polvo y basura que encontraba a su paso. Un leve calor comenzó a sentirse en su cara, creciendo a cada momento, la única reacción del Toro fue una lágrima de angustia que corrió por su mejilla, evaporándose a la altura de sus labios. De repente, en su muñeca una refrescante sensación lo abstrajo de sus oscuros pensamientos. Era Cristo alcanzándole la Brahma.
- La birra de la paz- le dijo Jesús, esgrimiendo una sonrisa.
La tomó y más para aplacar el calor que lo golpeaba que por haberle encontrado algún otro sentido se llevó la botella a la boca. Rápidamente se propagó desde dentro hacia el resto de su cuerpo una paz que nunca antes había sentido. Dejó de percibir entonces el viento caluroso que golpeaba su rostro y comenzó a experimentar una sensación de inmaterialidad bastante extraña que no pudo explicar. miró a su alrededor y todo comenzaba a desmoronarse, cuando la primer onda expansiva finalmente los alcanzó el Toro no pudo dejar de mirar la esquina de su local siendo arrasada, pero la angustia se había ido y la sensación refrescante desde dentro no lo dejó llorar su amado almacén.
- Qué carajo está pasando Jesú?- interrogó, sin respuesta- La re putísima madre, decime que carajo está pas...
El toro vio llegar la onda de luz y destrucción final, se tiró al suelo y cubrió su cabeza con sus brazos, tratando de protegerse. Mientras la tierra se desintegraba bajo sus pies, la imagen del salvador, erguido ante la explosión, y su discípulo a sus pies, fue lo único que quedó.
Cristo bajó su mirada hacia su compañero y le dirigió una sonrisa bienhechora, luego miró a los cielos amenazante.
- "Y abrí el pozo del abismo; y subió del pozo un humo semejante al de un gran horno; y con el humo de este pozo quedaron oscurecidos el sol y el aire."- dijo el salvador con rencor en su voz, mientras el sonido de criaturas salvajes comenzaba a poblar la tierra inerte.

viernes, 11 de marzo de 2011

Nazarena


Un día cae Jesús al kiosco del Toro.

Tranquila la atmósfera, saludos, un mate… de repente entra un metalero al recinto, el sujeto pide un Phillip común…

Una tensa calma de silencio se mezcla con el ruido de una novela intrascendente en la televisión, la cotidianeidad al palo.

La cotidianeidad al palo, piensa Jesús sin emitir palabra…

El silencio corta a todos el cuerpo, el toro otorga el paquete de cigarrillos, el sujeto paga y espera el cambio. Tomó sus cigarrillos, también el vuelto y al girar clavó la mirada en Jesús.

-Vos sos el hijo de Dios, no?-

-Sí! Así me dicen…-

-Te dicen así porque lo sos- afirmó subiendo un poco el tono de su voz-

-Así es vaguito…- le responde el celestial-.

-Se viene el Apocalipsis!, estamos jugados… hasta luego- define el metalero, como quien define un remate cruzado en el area chica-.

Jesús y el toro se miran a la salida de este hombre, ríen también sutilmente.

-Toro! Que le pasa a este cristiano??- cuestiona Jesús-

-Naaa! Viste que todos los metaleros flashean con el Apocalipsis… ya se le va a pasar-

-Jajaja! Lo único que falta… que ahora mi viejo quiera terminar el mundo, que hij...-

Al otro día Jesús en el kiosco lo más tranqui se pone a leer un diario.

“El Apocalipsis se avecina” frase que deja leerse en la página 21 de Crónica. Jesús mira con desconfianza tratando de encontrar donde está el chiste… -no puede ser… Crónica es un diario serio se dice el profeta-. Toma luego La Nación , luego El Heraldo, todos tenían una referencia al fin del mundo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

El nazareno




- Al tercer día, pero no estuvo tan bueno- respondió Jesús, mientras se manejaba y le cambiaba el televisor al Toro tratando de encontrar a Rial- Che, un Raid no tenés? me están comiendo los mosquitos.
- Se, ahí tené- dijo el Toro- pero acá le decimo "fli", no andamo tirando marcas, careta.
El salvador lo miró de reojo, y no dijo nada, pero le vació medio tubo en dos mosquitos, por forro.

martes, 8 de marzo de 2011

Vida cotidiana


Esa!! -entró diciendo el moreno- ¿qué onda lo pibe?. Su domino del castellano era increíble, como habrán notado, parecía que había nacido acá a la vuelta el chabón. -¿No te quedó una caja Toro? -alegó en su negrura-.
-Si fiera, acá vino hay siempre -atendía El Toro-.
-Eh! Yisus! tanto tiempo... hacía una banda que no te veía chabón -le dice Darryll a Jesús-.
-¿Qué tul maquinita de hacer puntos? andamos desencontrados... -responde el que venía del cielo-.
-Qué hijo de puta! -exclama el grone palmeandole la espalda-
-Che! que mi vieja es una Santa... -lo frena Jesús-.
-¿Y tu viejo en qué anda mostro? -insiste el black-
-Y... tirando...-responde Yísus- le está dando a la viola últimamente, me mandó un mail el otro día, que se yo... decía que todo tranquilo por allá arriba.
-Bue... decile que nos tire un fulbo que mañana jugamos con Atenas de visitante viste...-comenta tranqui-.
-Despreocupate mandril!, ahora le mando un mensajacho -serena el profeta-.